sábado, 4 de octubre de 2008

Una carta en el bosque...


Camping de Juancho.
Una carta en el bosque?
Cinco años atrás? mas o menos?
No hace mucho tiempo que conocemos la laguna Margarita, no hace mucho tampoco que se abrio elcamino, pero ya esta muy visitada, ahora queriamos encontrar un lugar tranquilo y en soledad.
Pasamos la entrada del camping Ismael, habia llovido mucho esos dias, asi que estaba muy anegado para entrar, decidimos seguir y descubrir otro lugar.
Un poco mas adelante, otra entrada a la derecha, solo una huella asentada cubierta de pasto, entramos entre los arboles, giramos a la derecha y bajamos. Un riacho, y un puente roto, no podemos pasar, pero descubrimos una pequeña y hermosa castorera, un lugar elevado y plano con arboles grandes, un lugar para camping evidentemente. Al acercarnos vemos, un fogoncito preparado y cubierto por unas chapas, una bolsita con leña escondida bajo unos troncos, un asiento hecho con unas maderas.
Evidentemente el lugarcito de “alguien”, asi como nosotros tenemos los “nuestros” este debe ser un lugar querido y preferido por alguna persona o alguna familia. Decidimos quedarnos ahí, sin tocar nada, solo a tomar unos mates. Vemos entonces en un arbol alto una especie de repisa y un frasco con tapa, con un papel adentro. Lo bajamos y abrimos, una carta…
La abro y comienzo a leer… Era evidentemente la letra de una nena, y ahí contaba y pedia, casi rogaba, que el que acampe ahí, cuide ese lugarcito, que era su lugar preferido, que frecuentemente iba ahí con sus papas, que para ella era un lugar mágico, contaba como se reflejaba la luna en el bosque, de forma casi sobrenatural, contaba que era muy feliz acampando ahí con su familia, que le cuidaran el bosque. Y sobre todo pedia que cuidaramos a Juancho, el castor que ahi vivia, que era su amigo,. Que cuidaran la naturaleza, que no la dañaran.
Que ternura me causo leer esa carta, jamas imagine encontrar una carta en el bosque, es mas, me senti reflejada en esa nena, me parecia que esa nena era yo hace 25 años, cuando mis papas me llevaban a acampar, senti que ella prolongaba mis deseos, que ni ella ni yo estabamos solas en nuestro amor por la naturaleza toda, y por los castores. Y pense… seguro somos solo unos cuantos, no muchos, pero somos unos cuantos los que andamos dando vuelta por la isla, teniendo un contacto tan intimo con la naturaleza, y rogando que la cuiden que la protejan, que siempre siga asi intocada, pero en el fondo resignados a que es solo una utopia, y conformandonos con agradecer a Dios o al destino que nos haya permitido nacer en esta epoca, y en este lugar para poder disfrutarla.
Por supuesto, corri al auto a buscar un papel y una lapicera, y le conteste, y asi seguimos unas temporadas, con una carta y una respuesta cada Otoño. Nunca hubiera inaginado, que en la epoca del E-mail, iba a comunicarme por carta, mediante un frasco en un arbol, en un bosque solitario, con una pequeña, que no se quien es…pero que feliz me hizo…
Una de las temporadas decidimos caminar ese sendero, que se mete en el bosque, sube, baja dobla, pasa castoreras, hay que rodear pequeñas lagunas y charcos de barro, asi hasta llegar a orillas del Lago Fagnano y descubrir otro paisaje encantador…
El camping de Juancho sigue ahí… Juancho ya no esta, la castorera abandonada, tal vez se mudo, esperemos que sea asi, porque ese camino suelen frecuentarlo ahora en travesias 4 x 4, y donde pasa el ser humano… nunca se sabe que puede suceder…
Ahh.. la carta estaba firmada por Flavia… Saludos Flavia… donde quiera que estes…

Los Castores....
Ahora han decidido exterminarlos… Yo nunca voy a aceptarlo, como nunca aceptaria la muerte de ningun ser vivo, menos justificada en mezquinos intereses economicos, que se quieren “dibujar” como ecologicos…



No hay comentarios: